Panorama de la situación
Descripción de la situación
El 9 de febrero de 2025, se notificó un conglomerado inicial de 24 muertes comunitarias de origen desconocido en un único pueblo del Área Sanitaria de Ekoto, Zona Sanitaria de Basankusu, provincia de Ecuador, en la República Democrática del Congo. Esto desencadenó una investigación por parte del Ministerio de Salud, con el apoyo de la OMS.
Poco después se puso en marcha una vigilancia reforzada, utilizando una definición de caso de trabajo amplia, dados los escasos detalles sobre la presentación clínica, la evolución de la enfermedad y las características demográficas y de otro tipo del conglomerado inicial. A 25 de febrero, se habían notificado un total de 53 muertes (Figura 1). Las muertes se produjeron en todos los grupos de edad, pero en comparación con la distribución por edad y sexo de la población, parecían afectar desproporcionadamente a adolescentes y adultos jóvenes varones, sobre todo en el conglomerado inicial (Figura 2). Esto apuntaba además a un acontecimiento inusual, ya que la mortalidad por causas comunes en la zona suele ser mayor entre los ancianos y entre los niños pequeños (menores de cinco años) en un contexto de elevada carga de enfermedades infecciosas, incluida la malaria. La mayoría de las muertes (50) se produjeron en el mismo pueblo (Figura 3). Además, la incidencia de las muertes disminuyó rápidamente tras el conglomerado inicial (Figura 1), lo que sugiere que no se trata de un acontecimiento que se extienda en el tiempo o en el espacio.
Los resultados preliminares del análisis en profundidad revelaron que la mediana del tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas hasta la muerte en el grupo inicial fue de un día, con una media de dos días. Los síntomas notificados incluyen fiebre, escalofríos, dolores de cabeza, dolores musculares, dolores abdominales, diarrea, sudoración, mareos, dificultad para respirar, agitación y otros.
Figura 1: Curva epidémica que muestra las muertes notificadas entre el 9 de febrero y el 25 de febrero de 2025, zona sanitaria de Basankusu, República Democrática del Congo. *
*Basado en la lista de líneas disponibles para defunciones (n=53) a 25 de febrero de 2025.
Figura 2: Distribución por edad y sexo de los casos y las muertes notificada entre el 9 de febrero y el 25 de febrero de 2025, zona de salud de Basankusu, República Democrática del Congo.
Figura 3: Distribución geográfica de todos los casos (izquierda) y muertes (derecha) notificados entre el 9 de febrero y el 25 de febrero de 2025, zona sanitaria de Basankusu, República Democrática del Congo*.
*Basado en la lista de líneas disponibles para casos sospechosos (n=1198) a 25 de febrero de 2025.
Desde el inicio de la vigilancia reforzada, 1318 personas notificaron síntomas que se ajustaban a la definición de caso sospechoso de trabajo. Sin embargo, dada la naturaleza amplia de la definición de caso (fiebre y otro síntoma de una serie de síntomas respiratorios generales, gastrointestinales o neurológicos), las tendencias de los casos son difíciles de interpretar, y lo más probable es que reflejen la prevalencia de una serie de enfermedades febriles en la comunidad. Así lo sugieren también la distribución por edades, que refleja en líneas generales la de la población (Figura 2), y la elevada positividad al paludismo entre los casos analizados (aproximadamente 50% positivos en las pruebas de diagnóstico rápido), que no se considera inusual en una zona donde el paludismo es hiperendémico.
Figura 4: Curva epidémica mostrando los casos sospechosos notificados entre el 9 de febrero y el 25 de febrero de 2025, zona de salud de Basankusu, República Democrática del Congo. *
*Basado en la lista de líneas disponibles para casos sospechosos (n=1198/1318) a 25 de febrero de 2025.
Aunque los casos se identificaron inicialmente utilizando una definición de caso amplia (es decir, no específica), dada la naturaleza localizada del conglomerado de muertes, el descenso constante de la incidencia de las muertes, el perfil demográfico de las muertes y la rápida progresión de la enfermedad en el conglomerado inicial, las hipótesis de trabajo son la de una contaminación por un envenenamiento químico -ya sea accidental o deliberado- o posiblemente un conglomerado de meningitis bacteriana de aparición rápida.
Los resultados iniciales de las pruebas de laboratorio publicados el 13 de febrero de 2025 fueron negativos tanto para Marburgo como para el Ébola. Se han recogido muestras adicionales (sangre, orina, orales, nasales) para realizar más pruebas y las investigaciones están en curso. Además, se están recogiendo muestras ambientales -incluidas muestras de agua y de otro tipo- para explorar las causas químicas, como la contaminación por organofosfatos.
La causa definitiva de la enfermedad sigue sin determinarse. Se están realizando más pruebas e investigaciones sobre el terreno para caracterizar mejor los casos y las muertes.
Cabe destacar que este suceso en Basankusu se produce tras un reciente brote de muertes comunitarias en la zona de salud de Bolomba, que tuvo lugar del 10 al 27 de enero de 2025. La investigación epidemiológica documentó 12 casos con ocho muertes. Las pruebas de laboratorio excluyeron las enfermedades por el virus del Ébola y de Marburgo y sugirieron que la causa podría ser el paludismo grave. Aunque Bolomba y Basankusu se encuentran en la provincia de Ecuador, estas zonas sanitarias están separadas por unos 175 km de terreno difícil, con densos bosques y una infraestructura viaria deficiente.
Respuesta de la sanidad pública
- Coordinación: Un equipo provincial de respuesta rápida se desplegó en Basankusu y llegó el 16 de febrero. El equipo contó además con el apoyo de un equipo OMS-MdS de Kinshasa que llegó el 23 de febrero.
- Vigilancia: La OMS está prestando apoyo a los equipos del Ministerio de Salud en las investigaciones sobre el terreno, incluida la elaboración de un protocolo estructurado de investigación epidemiológica y la recogida de muestras adicionales para análisis. A medida que se amplía la vigilancia, la atención se centra en conocer mejor las características de las defunciones. La OMS está apoyando a los equipos sanitarios en sus investigaciones de casos y en la búsqueda activa de casos en las zonas afectadas, incluidas las comunidades, las iglesias y los centros sanitarios.
- Laboratorio: La OMS está prestando apoyo de laboratorio para orientar la recogida, el almacenamiento y el transporte adecuados de las muestras recogidas al Instituto Nacional de Investigaciones Biomédicas (INRB) de Kinshasa, el laboratorio más grande y mejor equipado del país.
- Logística: La OMS ha proporcionado suministros médicos esenciales para la gestión de las enfermedades infecciosas habituales y sus síntomas, pruebas de laboratorio y prevención y control de infecciones (CIP).
- Comunicación de riesgos y compromiso de la comunidad: Los esfuerzos de implicación de la comunidad están en curso. Se están llevando a cabo sesiones de formación para trabajadores sanitarios de la comunidad sobre cómo identificar a las personas que se ajustan a la definición de caso y realizar informes de vigilancia de la enfermedad. Las actividades de concienciación incluyen sesiones informativas para la comunidad y emisiones de radio locales, así como debates específicos en los pueblos sobre el comportamiento de búsqueda de atención sanitaria.
- Prevención y control de infecciones: Se ha llevado a cabo la descontaminación sistemática de las salas de aislamiento del Hospital General de Basankusu y del Centro de Salud de Ekoto. Se ha impartido formación in situ a los supervisores de la CIP y a los higienistas sobre la preparación de la solución de cloro para la descontaminación.
Evaluación de riesgos de la OMS
Desde que se notificó el grupo inicial de muertes el 9 de febrero de 2025, ha habido una tendencia general a la baja en las muertes. La muerte más reciente se notificó el 22 de febrero de 2025. La información epidemiológica actual sugiere un evento localizado con una disminución constante de la incidencia, que no se expande en el tiempo ni en el lugar. Dada la presentación clínica de las muertes y la rapidez desde la aparición de los síntomas hasta el fallecimiento en este conglomerado inusual, los diferenciales actuales incluyen un conglomerado de meningitis bacteriana de aparición rápida o una contaminación por un envenenamiento químico como hipótesis clave en un contexto de alta incidencia de otras enfermedades infecciosas comunes en las zonas, en particular la malaria.
Los problemas operativos relacionados con este suceso tienen que ver con el aislamiento de Basankusu y las consiguientes barreras logísticas, ya que se encuentra en una región boscosa, a unos 450 kilómetros de la ciudad importante más cercana, Mbandaka, y cuenta con infraestructuras deficientes. La lejanía de Basankusu ha dificultado la puntualidad de la investigación inicial y las actividades de respuesta y plantea problemas para las pruebas de laboratorio. Las muestras deben recogerse, almacenarse y transportarse largas distancias hasta una ciudad más grande con capacidad para realizar pruebas de laboratorio (ya sea Mbandaka o Kinshasa), lo que provoca retrasos en el diagnóstico. El acceso a la atención médica es otro problema clave, ya que la región carece de servicios sanitarios sólidos, y las deficientes infraestructuras de la región dificultan los desplazamientos a las zonas sanitarias vecinas, lo que provoca retrasos en el tratamiento.
La provincia se enfrenta a una grave crisis urbana del agua: sólo el 5% de su población urbana tiene acceso al agua potable. La red de agua sufre frecuentes fugas y nunca ha sido rehabilitada. Muchos hogares dependen de fuentes de agua privadas no reguladas, como pozos, manantiales y arroyos, que plantean riesgos de contaminación.
Con las investigaciones en curso y dado que aún no se ha determinado el agente causante del brote, sigue existiendo un nivel de riesgo atribuido al evento. Como tal, el nivel general de riesgo para la salud pública de las comunidades afectadas se evalúa como moderado.
A nivel nacional, sin embargo, el riesgo se considera bajo debido al carácter localizado del suceso y a su aparente incidencia decreciente. Del mismo modo, a escala regional y mundial, el riesgo es bajo en este momento.
Consejos de la OMS
Para reducir el impacto del evento en la zona sanitaria de Basankusu, la OMS aconseja las siguientes medidas:
- Caracterización cuidadosa del síndrome clínico y los resultados, así como una mejor definición de los casos basada en la información recopilada para comprender mejor el brote.
- Vigilancia reforzada centrada específicamente en las muertes y los casos febriles graves o los casos graves de enfermedad inexplicable, con una mejor caracterización clínica para reforzar la detección precoz y la notificación de los casos.
- Continuación de las pruebas de laboratorio y las evaluaciones ambientales (incluidas las fuentes de agua) para evaluar las hipótesis actuales de meningitis y/o un evento de toxina/envenenamiento, en particular entre los casos graves y las muertes.
- Comunicación de riesgos y compromiso de la comunidad para aumentar la concienciación pública sobre el brote, explicando los síntomas y la importancia de buscar atención inmediata. También es fundamental abordar cualquier posible información errónea sobre el brote que circule en la comunidad.
Para más información
Referencia citable: Organización Mundial de la Salud (3 de marzo de 2025). Noticias sobre brotes epidémicos; Conglomerado de muertes comunitarias en Basankusu, Equateur, República Democrática del Congo. Disponible en: https://www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2025-DON557
