La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC africanos) han declarado el brote de viruela símica que se está produciendo en África emergencia sanitaria mundial. En respuesta, las autoridades europeas tienen previsto enviar más de 175.000 vacunas a la región en un esfuerzo por frenar el brote.

La República Democrática del Congo (RDC) se ha convertido en el epicentro de esta crisis, y la OMS ha identificado como especialmente alarmante la rápida propagación de un nuevo clado de mpox en el este de la RDC. El brote ha alcanzado ya a países vecinos que no habían notificado casos de viruela símica, lo que hace temer una mayor propagación por África y otros continentes. El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo hincapié en la gravedad de la situación, declarando que el brote se considera ahora una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC), el nivel más alto de alerta emitido por la agencia sanitaria de las Naciones Unidas.

Para apoyar la respuesta de África a la crisis del mpox, la OMS ha pedido $15 millones (13,6 millones de euros) de financiación y ya ha liberado $1,45 millones (1,32 millones de euros) de sus reservas de emergencia.

Aumenta una nueva cepa de Mpox

El mpox, endémico en África Occidental y Central desde hace décadas, representa ahora una amenaza mayor debido a una nueva cepa que apareció el año pasado en la RDC. Esta cepa, una rama del virus Clade I, tiene una tasa de letalidad de alrededor de 10% y se está propagando rápidamente a través del contacto sexual y personal cercano. La situación se complica aún más con la aparición de otra cepa en Sudáfrica y Costa de Marfil.

Sólo en 2024 se han notificado más de 14.000 casos de viruela símica y 524 muertes en al menos 13 países africanos, entre ellos Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, que acaban de detectar casos de la nueva cepa. Es probable que las cifras reales sean más elevadas debido a la limitada capacidad de análisis de la región.

La declaración del mpox como emergencia de salud pública continental por parte del Africa CDC supone la primera vez que la agencia sanitaria de la Unión Africana realiza una declaración de crisis de este tipo desde su fundación en 2017. Jean Kaseya, jefe del Africa CDC, expresó la gravedad de la situación, señalando el impacto generalizado del mpox en las familias de todo el continente.

Nicaise Ndembi, asesora principal de los CDC africanos que trabajan en la respuesta desde la RDC, destacó la importancia de las declaraciones de emergencia para desbloquear recursos destinados a la vigilancia transfronteriza de la enfermedad, las pruebas de diagnóstico y la distribución de vacunas.

Por qué es preocupante el brote de Mpox

Los brotes de Mpox, especialmente los del clado I, han tenido históricamente altas tasas de mortalidad, con hasta 10% de los infectados que sucumben al virus. Aunque la tasa de letalidad del clado II es significativamente menor, inferior a 0,2%, determinados grupos, como los lactantes, las personas inmunodeprimidas y las mujeres embarazadas, corren un mayor riesgo de infección grave.

La propagación del mpox suele ser difícil de rastrear debido a una vigilancia incompleta, sobre todo en las zonas rurales, donde el acceso a las instalaciones de diagnóstico es limitado. El Dr. Daniel Bausch, experto en enfermedades infecciosas, hizo hincapié en las dificultades que plantea el diagnóstico de la viruela mucosa en regiones remotas, donde el envío de muestras a los laboratorios puede ser un obstáculo importante.

La rápida propagación del mpox en África es especialmente preocupante, dado el potencial de transmisión internacional. Aunque la mayoría de los casos siguen concentrándose en la RDC, ya se han notificado casos en 13 países africanos. La reciente confirmación de un caso de mpox del clado I en Suecia -el primero fuera de África- subraya la amenaza mundial que supone el virus.

El Dr. Bausch también destacó la importancia de la equidad en la respuesta mundial al mpox, señalando que la propagación del virus en África justifica el mismo nivel de urgencia que los brotes en los países de ingresos más altos.